viernes, 7 de noviembre de 2008

dialogo

02 de Noviembre de 2008, 03:33pm ET
CIUDAD DEL VATICANO, 2 Nov 2008 (AFP) -
Un primer foro católico-musulmán destinado a abrir un nuevo capítulo de diálogo entre ambas religiones se abrirá el martes en el Vaticano, dos años después de las controvertidas palabras de Benedicto XVI sobre el islam en un discurso en la universidad de Ratisbona.

Veinticuatro religiosos e investigadores católicos y otros tantos musulmanes participarán hasta el 6 de noviembre en ese primer seminario a puerta cerrada sobre el tema "Amor de Dios, amor del Prójimo".

Ambas delegaciones incluirán mujeres, precisó la agencia especializada estadounidense Catholic News Service (CNS).

Por el momento no se difundió ningún orden del día del foro, cuya primera jornada estará dedicada a las bases teológicas y espirituales del amor y la caridad en las enseñanzas católica y musulmana.

Al día siguiente, los delegados trabajarán sobre los temas de "la dignidad humana" y "el respeto mutuo", según CNS.

Está prevista la intervención del papa Benedicto XVI en un momento no precisado del seminario. Asimismo, la sesión de clausura pública está prevista para el 6 de noviembre, en la universidad Gregoriana de Roma.

jueves, 6 de noviembre de 2008

vida de san pablo

SAN PABLO

Apóstol. Año 67.

Las noticias acerca de la vida de este gran apóstol están contenidas en "Los Hechos de los Apóstoles" (Al final de la S. Biblia) y en las cartas del santo. Son verdaderamente interesantes.

Nació en la ciudad de Tarso, en el Asia Menor, quizás unos diez años después del nacimiento de Jesucristo. Su primer nombre era Saulo. Era de familia de judíos, de la tribu de Benjamín y de la secta de los fariseos. Fue educado en toda la rigidez de las doctrinas de los fariseos, y aprendió muy bien el idioma griego que era el que en ese entonces hablaban las gentes cultas de Europa. Esto le será después sumamente útil en su predicación.

De joven fue a Jerusalén a especializarse en Biblia como discípulo del sabio judío más famoso de su tiempo en esa época, Gamaliel.

Durante la vida pública de Jesús no estuvo Saulo en Palestina, por eso no lo conoció personalmente.

Después de la muerte de Jesús, volvió nuestro hombre a Jerusalén y se encontró con que los seguidores de Jesús se habían extendido mucho y emprendió con muchos otros judíos una feroz persecución contra los cristianos. Al primero que mataron fue al diácono San Esteban y mientras los demás lo apedreaban, Saulo les cuidaba sus vestidos, demostrando así que estaba de acuerdo con este asesinato. Pero Esteban murió rezando por sus perseguidores y obtuvo pronto la conversión de este terrible enemigo.

Saulo salió para Damasco con órdenes de los jefes de los sacerdotes judíos para apresar y llevar a Jerusalén a los seguidores de Jesús. Pero por el camino una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?". Él preguntó: "¿Quién eres tú?- y la voz le respondió: "Yo soy Jesús el que tú persigues". Pablo añadió: "¿Señor, qué quieres que yo haga?" y Jesús le ordenó que fuera a Damasco y que allá le indicaría lo que tenía que hacer. Desde ese momento quedó ciego y así estuvo por tres días. Y allá en Damasco un discípulo de Jesús lo instruyó y lo bautizó, y entonces volvió a recobrar la vista. Desde ese momento dejó de ser fariseo y empezó a ser apóstol cristiano.

Después se fue a Arabia y allá estuvo tres años meditando, rezando e instruyéndose en la doctrina del cristianismo.

Vuelto a Damasco empezó a enseñar en las Sinagogas que Jesucristo es el Redentor del mundo. Entonces los judíos dispusieron asesinarlo y tuvieron los discípulos que descolgarlo por la noche en un canasto por las murallas de la ciudad. Muchas veces tendrá que salir huyendo de diversos sitios, pero nadie logrará que deje de hablar a favor de Cristo Jesús y de su doctrina.

Llegó a Jerusalén y allá se puso también a predicar acerca de Cristo, pero los judíos decidieron matarlo. Entonces los cristianos lo sacaron a escondidas de la ciudad y lo llevaron a Cesarea. De allí pasó a Tarso, su ciudad natal, y allá estuvo varios años.

Y un día llegó a Tarso en su busca su gran amigo, San Bernabé, y se lo llevó a la populoso ciudad de Antioquía a que le ayudara a predicar. Y en esa ciudad estuvo predicando durante un año, hasta que en una reunión del culto por inspiración divina, fueron consagrados sacerdotes Saulo y Bernabé, para ser enviados a misionar.

San Pablo hizo cuatro grandes viajes que se han hecho famosos. El primero ya lo narramos en la historia de San Bernabé su compañero (en el 11 de junio). En ese viaje cambió su nombre de Saulo por el de Pablo, en honor de su primer gran convertido, el gobernador de Chipre, que se llamaba Sergio Pablo.

El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido ya es menos impulsivo que en el viaje anterior y encuentra menos reacciones violentas, pero estas no faltan y bastante graves. Visita las comunidades o iglesias que fundó en el primer viaje y se propone seguir misionando por el Asia Menor pero un mensaje del cielo se lo impide y le manda que pase a Europa a misionar. Se encuentra con dos valiosos colaboradores: el evangelista San Lucas (a quien llama "médico amadísimo") y Timoteo, que será su más fiel secretario y servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.

La primera ciudad europea que visitó fue Filipos (en sueños oyó que un habitante de Filipos le suplicaba: "Ven a ayudarnos"). Allí le sacó el demonio a una muchacha que hacía adivinaciones y al acabárseles el negocio de los que cobraban por cada adivinación, estos arremetieron contra Pablo y su compañero Silas y les hicieron dar una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia. Pablo guardó siempre un gran cariño hacia los habitantes de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más afectuosas cartas, la Epístola a los Filipenses.

Después pasó a la ciudad de Atenas, que era la más famosa en cuanto cultura y filosofía. Allá predicó un sermón en el Aerópago, y aunque muchos se rieron porque hablaba de que Cristo había resucitado, sin embargo logró convertir a Dionisio el aeropágita, a Dámaris y a varias personas más.

Enseguida pasó a Corinto, que era un puerto de gran movimiento de gentes. Allí estuvo predicando durante un año y seis meses y logró convertir gran cantidad de gentes. Más tarde dirigirá a sus habitantes sus dos célebres cartas a los Corintios. De allí salió a hacer su cuarta visita a Jerusalén.

Su tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más notorio fue que en la ciudad de Efeso en la cual estuvo por bastantes meses, Pablo logró que muchas personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de Diana al ver que se arruinaba el negocio, promovieron un gran tumulto en contra del Apóstol. De Efeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa ciudad el producto de una colecta que había promovido entre las ciudades que había evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo, anunciando a sus discípulos que el Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que por eso probablemente no lo volverían a ver. Esto causaba profunda emoción y lágrimas en sus seguidores que tanto lo estimaban.

En su quinto viaje a Jerusalén, los judíos promovieron contra él un espantoso tumulto y estuvieron a punto de lincharlo. A duras penas lograron los soldados del ejército romano sacarlo con vida de entre la multitud enfurecida. Entonces cuarenta judíos juraron que no comerían ni beberían mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia, mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del ejército, y de noche, en medio de un batallón de caballería y otro de infantería, lo sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero permitían que sus discípulos fueran a visitarlo.

Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para juzgarlo (para poder matarlo por el camino), pidió ser juzgado en Roma, y el gobernante aceptó su petición. Y en un barco comercial fue enviado, custodiado por 40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se hundió. Pero Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los viajeros del barco se ahogase. Y así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio.

Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos. En esa ciudad capital estuvo por dos años preso (casa por cárcel) con un centinela en la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle más y más seguidores.

Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol, cortándole la cabeza. Dicen que sucedió el martirio en el sitio llamado Las Tres fontanas (y una antigua tradición contaba que al caer la cabeza por el suelo dio tres golpes y que en cada sitio donde la cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua).

San Pablo se ha hecho famoso por sus 13 cartas en las cuales enseña verdades valiosísimas acerca de nuestra Santa Religión. Allí se ve que era un "enamorado de Cristo y de su Santa Religión".

En su segunda Carta a los corintios, San Pablo narra así lo que le sucedió en su apostolado: "Cinco veces recibí de los judíos 39 azotes cada vez. Tres veces fue apaleado con varas. Tres veces padecí naufragios. Un día y una noche los pasé entre la vida y la muerte en medio de las olas del mar. Muchas veces me vi en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los judíos, peligros de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar, peligros por parte de falsos hermanos; noches sin dormir; días y días sin comer; sed espantable y fríos horrorosos; falta de vestidos para abrigarse, y además de eso, mi preocupación por todas las Iglesias o reuniones de creyentes. Quien se desanima, que no me haga desanimar. ¿Quién sufre malos ejemplos que a mí no me haga sufrir con eso"?.

Pablo, fervoroso Apóstol, un favor te pedimos al recordar tu fiesta de cada año: suplícale a Dios que te imitemos en tu inmenso amor a Jesucristo y en tu deseo impresionante de salvar almas. Que cada uno de nosotros pueda repetir aquella tu frase famosa: "Me desgasto y me desgastaré por el bien de las almas y por el Reino de Cristo Jesús".

jueves, 30 de octubre de 2008

Las Catacumbas de París en francés Le Pantheón es uno de los cementerios más famosos de París, Francia. Éste consiste en una red de túneles y cuartos subterráneos localizados en lo que, durante la era romana, fuesen minas de piedra caliza. Las minas fueron convertidas en un cementerio común a finales del siglo XVIII.

Su nombre oficial es "Les carrières de Paris", en francés, pero son ampliamente conocidas como "las catacumbas". Aunque su visita oficial solamente comprende las minas del decimocuarto "arrondissement", o decimocuarto municipio, también existen minas en el quinto, sexto, duodécimo, decimotercero, decimocuarto, decimoquinto y decimosexto arrondissement
Historia [editar]El uso de estas desgastadas minas, para el almacenaje de huesos humanos, fue establecido en 1786 por Monsieur Thiroux de Crosne, teniente general de la policía, y por Monsieur Guillaumont, inspector general de las minas; todo eso debido principalmente al exceso de restos humanos que llenaban los cementerios de la ciudad;[1] al mismo tiempo, el distrito de Les Halles sufría de enfermedades debidas a la contaminación por el manejo inapropiado de estos cadáveres, especialmente en el Saints Innocents Cemetery.

Restos provenientes del cementerio Saint Nicolas des Champs fueron los primeros en ser trasladados. Cadáveres de las muertes causadas por desórdenes en Place de Greve, el Hotel de Brienne y Rue Meslee, fueron puestos en las catacumbas el 28 y 29 de agosto de 1788.

Aproximadamente 15 meses fueron necesarios para trasladar millones de huesos provenientes de multitud de cementerios, lo cual se llevaba a cabo durante las noches, cruzando la ciudad en carruajes, finalizando en la década de 1870, acumulando los restos de aproximadamente 6 millones de parisienses.[2]

Las paredes de las catacumbas están cubiertas por grafitos, que datan desde el siglo XVIII en adelante. Victor Hugo basó su célebre novela Los Miserables en el conocimiento que poseía acerca del sistema de túneles que comprenden las catacumbas. En 1871 la comuna de París asesinó a un grupo de monárquicos en una de las cámaras. Durante la Segunda Guerra Mundial miembros parisinos de la Resistencia francesa utilizaron este sistema de túneles.[3] De igual manera, durante este período, soldados alemanes establecieron un búnker subterráneo en las catacumbas, debajo de Lycee Montaigne, una escuela secundaria en el 6to arrondissement.


Cripta dentro de las catacumbas
Porción de la "Rue de la Voie Verte" parcialmente inundada
Actualidad [editar]En la actualidad (año 2007), los huesos están acomodados en forma de "muralla", decisión tomada por el Inspector General de Canteras en aquel entonces, donde se pueden encontrar placas identificando la procedencia de los huesos e incluso pequeños altares conteniendo epitafios en latín.

Solo aproximadamente un kilómetro y medio de las catacumbas, de los más de 300 en total, se encuentra abierto al público como una visita "turística"; esto debido al supuesto de que no hace muchos años, las autoridades parisinas descubrieron que en el interior de dichas catacumbas se practicaban rituales siniestros, como misas negras.[4]

El sistema de túneles es demasiado complejo, y a pesar de que estos poseen placas para identificar bajo qué calle se encuentra el visitante, es muy fácil perderse en el trayecto; hay pasadizos demasiado estrechos y bajos, algunos de los cuales se inundan fácilmente; por esta razón, los visitantes deben contar con la ayuda de un guía. Debido a estos peligros potenciales, desde el 2 de noviembre de 1955 se considera ilegal toda visita sin escolta oficial, lo cual, de no ser cumplido, puede acarrear una multa de 60 euros impuesta por los cataflics o policía especial que patrulla las catacumbas.

Sin embargo, existen entradas secretas a lo largo de París, lo que permite ingresar a las catacumbas por medio de las alcantarillas, el metro, etc. En raras pero peligrosas ocasiones las personas hacen uso de estos accesos para entrar en ellas.