miércoles, 10 de marzo de 2010

La Perdida de Fe en España


Fueron los ejes de su intervención en el ciclo ‘Avivar la fe’, organizado por el Arzobispado de Barcelona

Siguiendo el ejemplo de Benedicto XVI, el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, hizo una llamada este domingo, 21 de febrero, a “reavivar el sentido de la liturgia” como “un don de Dios”.

Al mismo tiempo, Cañizares advirtió de la “pérdida de valores” en el actual contexto de crisis económica y social por los que atraviesa España y citó algunas posiciones ‘avanzadas’ que han tergiversado el verdadero espíritu del Concilio Vaticano II.

Estos fueron los ejes centrales de su intervención en el ciclo ‘Avivar la fe’, organizado por el Arzobispado de Barcelona, que tuvo lugar en la basílica de la Purísima Concepción, de la que es rector desde 1998 Ramón Corts.

La Eucaristía, muestra de fe en Dios


El prefecto de la Congregación para el Culto Divino insistió en la defensa de la Eucaristía como muestra de fe en Dios. “La fe en Dios genera esperanza en pobres y pecadores”, añadió en su discursos.

“Tenemos que recuperar las dimensiones de la Eucaristía, tenemos que recuperar los domingos con Eucaristía”, defendió.

Este reconocimiento de Dios contrasta con la actual cultura secularizada, que apoya la independencia de los hombres respecto de Dios, señaló, al tiempo que se mostraba especialmente crítico con el laicismo que “no deja espacio a la confesión”.

“Si no sentimos la idea de Dios, dejamos de vivir, aquí está la crisis de nuestra cultura”, enfatizó.

“Reavivar la liturgia"


Respecto a la liturgia, monseñor Cañizares denunció que “hemos perdido la realidad de este concepto y es muy urgente reavivar el sentido de la liturgia porque es un elemento de santificación”.

En este sentido, el cardenal recordó que Benedicto XVI está llevando a cabo “una gran defensa y revitalización de la liturgia, porque es el fundamento de la vida”.

En cualquier caso, Cañizares celebró que “la Iglesia está aún muy viva”, dijo con optimismo. “Tenemos que tener en cuenta que la liturgia es un don de Dios y que, además, significa un apoyo para un concepto tan importante como es la familia. Es el derecho de Dios a la respuesta del hombre”.

Cabe recordar que, en un artículo que publicó el 2 de diciembre en el Osservatore Romano, Cañizares ya recordaba que “reavivar el espíritu y el verdadero sentido de la liturgia en la vida de la iglesia es un desafío y cometido principal, aún más en estos momentos”.

“Es urgente que se reavive el genuino y verdadero sentido de la liturgia porque es algo que está en la misma entraña del ser y de la vida de la iglesia”, añadía.

El prelado concluía ese artículo explicando que “la liturgia nos remite a Dios. El sujeto de la liturgia es Dios. El sujeto de la liturgia no somos nosotros. Liturgia significa hablar de Dios, presencia y acción de Dios, reconocer a Dios en el centro de todo”.

Por todo ello, Cañizares lamentó en su intervención en la basílica de la Purísima Concepción que “en la sociedad actual se está sufriendo una pérdida de valores tanto en lo bueno como en lo malo, lo que significa la pérdida de moral, y de esta manera, se abre el camino al infierno”.

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