miércoles, 16 de junio de 2010
ministro vs burka
El ministro español de Justicia, Francisco Caamaño, se opuso hoy al "burka" por razones de dignidad y de seguridad en los espacios públicos.
Estas declaraciones del ministro se producen después de que varias ciudades de la región de Cataluña (noreste) hayan prohibido el uso del "burka" y el "niqab", velos islámicos que cubren casi por completo a la mujer, en todos los recintos municipales.
Ayer fue el Ayuntamiento de Barcelona el que anunció que prohibirá el uso de estas dos prendas, después de que ya lo hayan hecho las localidades de Lérida, El Vendrell y Reus.
Hoy el ministro español anunció que la Ley de Libertad Religiosa tratará de forma "general" lo relacionado con el uso de prendas religiosas en los espacios municipales.
Camaño indicó que se quiere hacer de manera "proporcionada y adecuada, y respetando, cosa que en mi opinión no hace el burka, la dignidad del ser humano en los espacios públicos y, particularmente, la dignidad de la mujer".
La ley tendrá que adoptar medidas sobre qué ocurre con aquellos símbolos que impiden la identificación de personas en lugares públicos, y por tanto hay razones de seguridad.
Sobre el caso concreto de esos municipios, dijo que le parece "bien" que sus autoridades hayan ejercido sus competencias, y precisó que cada uno es "responsable de sus propios actos y deberán responder de ellos".
En España no existe legislación sobre el uso de los velos islámicos en los espacios públicos y las formaciones políticas han intensificado el debate sobre la conveniencia de aprobarla.
El "burka" es una túnica que tapa a la mujer completamente, de pies a cabeza, y que tiene una rejilla a la altura de los ojos para permitir la visión, y el "niqab" es un velo que sólo deja los ojos al descubierto.
Recientes acontecimientos han intensificado el debate sobre la conveniencia de aprobar una norma en este sentido.
Hace unos meses el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez expulsó de la sala a una testigo que se negó a levantarse el "burka" para declarar en una vista, después de explicarle que en los tribunales españoles es obligatorio declarar con el rostro descubierto. Cinco días después declaró mostrando la cara.
En abril, un instituto público de Madrid prohibió asistir a clase a Najwa, una alumna que usaba "hiyab", y que finalmente se trasladó a otro centro donde sí se le permite llevar el "hiyab".
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